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4 datos confirmados acerca del cambio climático

No faltan en el mundo detractores del cambio climático y penosamente, tampoco sobran personas que trabajen para combatirlo. Los datos reflejan el serio deterioro que existe en las temperaturas del mundo, los daños ecológicos y los desastres sociales que tiene como consecuencia pero aun así, todavía hay gente que cree que el calentamiento global es un mito y, por lo tanto, algo por lo que no debemos preocuparnos. La triste verdad es en cualquier caso, sea por efecto del hombre, sea por efecto cíclico, el cambio climático está sucediendo y es inevitables.

(1) El dióxido de carbono en el aire se encuentra en 404.42 partes por millón, (2) la temperatura global ha incrementado (desde el 1880) en 1.7 grados Fahrenheit, (3) el mínimo de hielo ártico decrece ahora un 13.3% por década  y (4) el nivel del mar sube ahora a 3.4 milímetros por año. Y estos datos tienen un sustento de proyección líneal, lo cual significa que la realidad a futuro (comportamiento no-lineal) será mucho más drástica. En otras palabras, los comportamientos lineales son muchas veces aritméticos mientras que los no-lineales son exponenciales. Esto quiere decir que si un año el mar sube 3.4 milímetros, no significa que en 10 años subirá el nivel 34 milímetros en total sino que subirá mucho más cada año porque el problema empeora exponencialmente. Esto se llama causalidad retroactiva o causalidad de tipo agujeta.

Podemos seguir negando el papel del humano en el cambio climático y pensar que son los ciclos naturales lo que está ocurriendo. Podemos seguir pensando que nuestras acciones no pueden tener afectación global o podemos ser lo suficientemente cínicos para decir que «mientras no me afecte a mí, qué me importa el hielo de los glaciares». Pero lo importante no es si creemos o no, si somos ignorantes de nuestros actos o si no tenemos empatía por nadie, sino lo importante es que estamos en un punto de no-retorno en donde ya sabemos qué viene de frente. Ya sabemos en qué terminaremos al seguir este camino. Es como si fuéramos en un coche a 100km por hora con dirección a colisión directa a una pared y en vez de frenar o girar el volante, aceleramos para llegar más rápido al final.

Escrito por Roberto Carvallo Escobar