Todos los que trabajamos con indicadores y con matrices sabemos que existen miles de bases de datos disponibles para poder medir todo lo que querramos. Cuando no existen indicadores ya establecidos, tenemos que generar indicadores propios a través bien de investigación, encuestas y entrevistas o bien a través de ponderaciones y combinaciones entre indicadores nunca antes mezclados. Si estás en temas de Economía, de Política pública o bien en el área de Sustentabilidad, de impacto social o en temas de Gobiernos municipales, aquí te dejo tres tips para tus indicadores que muchas veces dejamos de lado que te resuelven la vida cuando hablamos de innovación social.

1. Educación para niñas. Podemos tratar de medir la escolaridad  de un país, de una ciudad o de una localidad de muchas maneras. Normalmente, los gobiernos lo miden a través de número de alumnos por profesor o bien por número de escuelas disponibles en la zona. Lo mismo sucede con Salud pública; se cree, por parte de los gobiernos, que la única forma de medirlo (para su conveniencia) es el número de camas de hospital disponibles en una localidad. Sin embargo, cuando utilizamos el indicador de  educación para niñas (y mujeres), todos los niveles de desarrollo que pretendemos en nuestras sociedades latinas, se van hasta abajo. Sobre todo cuando hablamos a nivel nacional usando indicadores rurales y lejos de las ciudades principales. Aquí es donde en verdad podemos ver en muchos casos el desarrollo socioeconómico de un país; también se ve la equidad de genero que impera o no en un país, su libertad y la posibilidad para que todos en un país, sin importar su origen, género o nivel socioeconómico. Cuando México pueda presumir de la educación que da a todos en el país, seremos un país orgulloso.
2. Empresas creadas. México crea miles de empresas al año y miles de empresas mueren antes de cumplir uno o dos años de operación. Se piensa que un indicador de desarrollo innovador es el de las patentes creadas, en el cual México se encuentra al final de los países que se jactan de innovadores. Pero también el problema es que México se encuentra lejos de los países desarrollados en creación de empresas. Que nazcan proyectos y haya emprendedores significa que los mexicanos tienen confianza en su educación, en su capacidad de liderazgo, en su habilidad de manejar riesgo y sobre todo en su capacidad de generar empleo para otras personas. Que haya patentes está bien, que haya millones de empresas, mucho mejor.
3. ONGs por país. Estamos en una situación muy lejos de países más pequeños en este indicador. No competimos evidentemente con Estados Unidos pero tampoco logramos competir con países como Brasil, Chile o Colombia, los cuales, estos dos últimos, son países de mucho menos población que la nuestra. Que haya ONGs indica varias cosas pero las dos más importantes son la presencia de un voluntariado cotidiano a lo largo de la población nacional y una confianza por parte de la iniciativa privada para nutrir económicamente un rico catalogo de actividades para apoyo a comunidades, al medioambiente, a sectores vulnerables, etc. Entre más ONGs tenga un país, mayor impacto tendrá en todas sus partes.