Nada más doloroso que ver planes de negocio o documentos empresariales con frases un tanto absurdas, un tanto ridículas, un tanto cursis y un tanto sobrantes. Y no me refiero a las frases que podrían ser cursis como «Curar el planeta» o «Apoyar a mi país» o «Dedicar todos mis esfuerzos a [escriba aquí su causa preferida]». ¡No! Estas frases si bien son bastante cursis, no son tan absurdas como otras que curiosamente suenan más normales, son más comunes y en verdad son mucho peores:

1. «Ser el mejor producto de [escriba aquí su actividad] en México y en el mundo». No importa si está en tu misión, tu visión o en tus valores, lo que muestra esta frase son dos cosas: 1)que no tomas en serio tu proyecto o 2) que realmente no vives en el mundo real. Buscas mostrar ambición pero la ambición no viene de ideas abstractas ni en el aire; la ambición se presenta al buscar metas difíciles, sí, pero no imposibles. Se cree comúnmente que mucho futbolistas, empresarios o personas famosas comenzaron creyendo desde muy pequeños en ser los mejores, y puede ser cierto; pero también es cierto que lo mismo lo pensaron todos los demás que se quedaron en el camino. Lo que te hace llegar a ser el mejor no es decirlo sino trabajar para ello. Por eso, esta frase realmente sale sobrando.
2. «Ser profesional y tener excelencia para brindar calidad y servicio». ¡Qué diablos significa la excelencia! ¡Qué implica ser profesional! Y peor aún, que exista una duda que tu empresa no brinde calidad y servicio, es dispararte en el pie. Existen estudios de valores éticos en PyMES cuya relevancia es bastante importante: valores como honestidad, responsabilidad, transparencia. Pero hay otros que son bastante absurdos como Excelencia, el cual se traduce en buscar o querer ser mejor, continuamente. ¿Mejor en que? ¿En todo? ¿En mi trabajo? ¿Y eso qué diablos significa? ¿Mejor como persona? ¿Hay alguien que busca ser peor persona? ¡Qué significa, primero, ser persona y en segundo lugar, ser mejor en ello! Esta frase en verdad, sale sobrando.
3. «Mostrar honestidad e integridad a nuestros clientes». La Responsabilidad social empresarial basa toda su metodología en comunicar las buenas prácticas. Si no lo cuentas, es casi como si no hubiera existido. Pero curiosamente, en el área de honestidad, de integridad o de otras como transparencia, es peor contarlo y presumirlo que no hacerlo. Vemos diariamente a políticos corruptos o gobiernos delincuentes hablar de honestidad, integridad y transparencia, y precisamente por ello, levantamos la ceja con conocimiento de causa que lo que dicen es palabrería pura. Presumir de honestidad, integridad y transparencia, en el México actual, levanta sospechas si no son acompañadas de acciones concretas, lo cual muy pocas veces sucede. No es malo decir que eres honesto. Es malo decirlo y no probarlo, por eso, en términos prácticos, esas frases salen sobrando.