La empresa con más responsabilidad social en México y en el mundo es la microempresa. ¡Sí, aquella que bien puede ser una tortillería, el carrito de hot dogs, la abarrotería de la esquina y todas aquellas que se les parezca! ¿Por qué? Porque curiosamente la sustentabilidad es más del sentido común que como lo quieren hacer parecer. Toda microempresa es cuidadosa con sus recursos, con sus clientes y con el impacto en su entorno, hayan pasado por un MBA, un curso de negocios o simplemente seguido las prácticas de sus padres y abuelos. Aquí te dejamos 3 tips muy pero muy fáciles para ser sustentable en tu empresa o proyecto. Tan fáciles y sencillos, que te generarán ingresos y ahorrarán costos inmediatamente.

Cierra el grifo y la luz cuando salgas. Curiosamente, esto parece un consejo un tanto absurdo porque es aquello que nuestras madres nos dicen desde toda la vida, «si sales del cuarto, apaga la luz» y «no dejes el grifo abierto». Pero ¿qué significa para una empresa? Ahorra lo que puedas siendo consciente de tus gastos. Si no arreglas el grifo que falla o si tus focos todos son viejos, gastas más día con día. Mucho más que si no solucionases  inmediatamente. Usa el servicio de internet que requieres y no otro con nombre más rimbombante. Tener un contador responsable puede ser mucho más barato que uno vivales que presuma de meter facturas falsas. Conoce tu proveeduría y compara costos. Utiliza servicios en la nube. Usa publicidad en redes sociales. Pregunta a la gente qué es lo que no les gusta o qué podrían mejorar en el producto o en el servicio. Todo esto es sinónimo de cerrar el grifo y la luz cuando uno sale de casa.

Cuida y respeta a tus clientes. No hay nada más caro que buscar clientes nuevos, y nada más riesgoso que perder clientes. Tu negocio se debe a tus clientes y ellos son los que tienen la última palabra, tanto si es positiva como negativa. Ellos hablarán de ti bien o mal. Y en el mundo que vivimos, siempre habrá competencia que ofrecerá tu mismo producto o servicio por un costo menor, más rápido o de mejor calidad. Sin embargo, ya hiciste lo más difícil: conseguir ese cliente. Él ya viene a tu negocio así que apóyalo para que te siga visitando. Nunca vale enojarse ni criticar a tus clientes. Nunca seas grosero y ayúdalos en lo que puedas. Tampoco se trata de pensar que el cliente siempre, siempre, siempre tiene la razón. No. Solo es cuidarlo para que regrese. Brinda ofertas, opciones de pago, disponibilidad y si no, una honesta disculpa y una sonrisa. Esto es gratis y causará el mayor impacto.

¡Presume! Cuéntale al mundo quién eres, qué has hecho y qué tratas de mejorar. Cuéntale los logros que has hecho, de dónde son tus productos y cuáles son los atributos, reales, de tus servicios. Olvídate de hablar de «el mejor», «el referente», «más», etc. En vez, habla de la realidad: «esta camisa se produce en Hidalgo», «el servicio nos cuesta 23 horas de trabajo realizado por 6 personas», «nosotros colaboramos con una beca en conjunto con la escuela tal..», «cambiamos los focos de toda la tienda por focos led para consumir solo esto de electricidad» y «contratamos gente de grupos vulnerables».

Todo esto crea impacto y crea fidelización. Son nuevas reglas de venta, de marketing y recepción con el cliente. Juega con estas reglas y mejora poco a poco tu sustentabilidad.