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3 cosas que te destruyen para toda la vida cuando haces doctorado

Pocas satisfacciones tan grandes como terminar un doctorado después de tantos años de esfuerzo y miles de horas haciendo investigación. Pocas cosas hay, a quien le gusta la academia, que sean mejor que hacer un doctorado y pasar días enteros en la universidad debatiendo, hablando y comentando la famosísima tesis doctoral con colegas, es decir otros estudiantes que sufren lo mismo, o bien con profesores, es decir, pasados estudiantes que pasaron por lo mismo. Una de las frases más elitistas que he escuchado, y que siendo muy honesto, fue de las más gratificantes en el mundo estudio-labotal fue: «bienvenido al club», cuando después de 5 años, defendí exitosamente la tesis de un doctorado de Filosofía. Por ello, este texto va para ti, estudiante de doctorado o próximo doctorando. Sabes cuáles son los motivos para estudiarlo pero pocas personas te dicen las razones de por qué no hacerlo:

  1. La famosa culpa. Hacer un doctorado no es cosa de otro mundo. Terminarlo, sí. ¿Por qué? Porque para lograrlo, se requieren dos características raramente disponibles en las personas: la perseverancia y la culpa. Mientras haces tu doctorado, encontrarás que todo el tiempo, día y noche, sentirás un sentimiento de culpa permanente durante todo el tiempo que estás haciendo otras cosas ajenas a la tesis. Vas al cine, y sabes, atrás de tu cabeza, que deberías en vez, estar haciendo tu tesis. Vas a un bar, misma sensación. Ves la televisión, igual. Y lo curioso de todo es que a pesar de la culpa, pocos son los doctorandos que realmente solo viven haciendo la tesis. Tener culpa no significa evitar el ocio; solo significa tener culpa, la cual no te beneficia en nada. Problema: ese sentimiento de culpa permanecerá contigo por muchos años.
  2. No es carrera de velocidad sino de relevos. La perseverancia es el factor más importante para terminar una tesis. No importa si eres el mejor estudiante o el peor. Lo que importa es si eres perseverante en terminar la famosa tesis. Puedes haber descubierto un nuevo elemento o haber encontrado la ecuación de la felicidad pero sin perseverancia, la tesis termina muerta. Puedes escribir sobre lo más aburrido e inútil del mundo pero si eres perseverante, en unos años serás tan doctor como todos los demás.
  3. Nadie leerá tu tesis. Por supuesto que estás haciendo tu tesis para cambiar el mundo y encontrar las más novedosas soluciones a los problemas de la sociedad. Claro que quieres ganar el premio Nobel con tu investigación y seguro pensarás que tu descubrimiento romperá un paradigma científico. Situación real: todos piensan lo mismo. Y aunque sea un gran éxito tu tesis, lo más seguro será que termine guardada en una estantería de la biblioteca, empolvándose con el tiempo. Si eres de los afortunados de ser publicado inmediatamente, tu tesis será leída por [sinodales + un amigo fiel + uno de tus papás (si acaso)] + [10 personas]; no más. No es este un tema deprimente ni cínico. Es todo lo contrario. Aprovecha el periodo de tu tesis para aprender, no para elaborar un documento que permanecerá 200 años. Te aseguro que si estás destinado a elaborar grandes investigaciones, todas serán después de la tesis y no durante ella.