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3 cosas que disfrutas cuando controlas tu tiempo laboral

Se habla mucho de la independencia de los empresarios, de su libertad y de su posibilidad de tener un cuasi-total poder de decisión sobre su vida laboral. También se habla de lo mucho que se sufre y de todo el estrés que causa tener una empresa, o el vértigo de saberse con tanta responsabilidad, sobre todo cuando uno tiene empleados y sus salarios dependen en mucho del  grado del trabajo o de la visión de su director. Todo esto en comparación con una vida más rutinaria de oficina en la que uno se debe atener a los deseos de los jefes, de las instituciones y de las rutinas de otros. Y todo esto dicho siempre de forma muy formal de lo bueno y lo malo entre emprendedores y Godínez. Pero aquí te van 3 cosas que son muy pero muy reales de las ventajas de ser uno dueño de su tiempo, lo cual no importa si trabajas para alguien más o para ti, es lo que debes buscar.

1. Si no tienes reunión o desayuno temprano,  poder comenzar tu día a cualquier hora. No hay prisas porque sabes que seguramente terminarás de trabajar a las 8 o 9pm. Tu controlas tu día, así que tómatelo con calma. Bebe tu café, disfruta una larga ducha y comienza tu día revisando tus redes sociales, los periódicos, y si eres de futbol, lee el Marca hasta enterarte de todos los chismes. Sube tus fotos en Instagram, responde correos y aprovecha para ver tus reportes de Community Management. Tu día puede comenzar todavía hasta las 10am y nadie se morirá si no lo haces. Comienza el día a tu ritmo para terminarlo a toda velocidad. Esto es siempre una carrera de resistencia y no de 100 metros.

2. Hora de comer, y almuerzo de media hora, una hora o dos horas. ¡Por qué no! Que juega el Madrid en la final de Champions, que tienes consulta con el dentista o que simplemente tienes ganas de ir de shopping, aprovecha tu hora de comida para hacerlo. Que tienes un día muy pesado, entonces la comida será más bien un working lunch. Que tu día ha sido muy largo, tómate dos horas muy merecidas para beber una cerveza, un café largo o bien, echando una siesta al más puro estilo de vida español. Nada mejor que tú decidas cuánto tiempo quieres usar en tus sagrados alimentos.

3. Trabaja hasta que el cuerpo no dé más. Esto no quiere decir que seas explotado pero hay días que simplemente deseas trabajar hasta entrada la madrugada porque sabes que al otro día puedes despertar tarde. Sabes que es mejor terminar hoy todo y no dejarlo para otro día. Aprovecha esos días de trabajo porque no vienen tan seguido como uno desearía y saca todos los pendientes. Horrible es cuando tengas que hacerlo aun cuando sabes que al día siguiente tendrás que ir temprano a la oficina por órdenes del jefe. Controla tu tiempo e independízate para poder trabajar cuando quieras. Siempre será mucho el trabajo, lo importante es sea a tus horas.