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¡Y quién te crees para saber qué es una familia!

La familia debe tener un papá y una mamá, versa la marcha contra el matrimonio como derecho fundamental para todo mexicano. Se hacen llamar Marcha por la Familia pero disculpen, ese nombre es simplemente una idiotez. Y lo es por varias razones: 1) una familia es por sí un concepto tan amplio como casi indefinible, y 2) esconde los valores de ultraderecha que han hecho tanto daño a todas las sociedades del mundo. Para muestra, vean a Trump, a ISIS, a los Calvinistas, a Franco y mil otros ejemplos.

Muchas veces he escuchado que los católicos debemos asegurarnos de que no se maltrechen los valores por los que regimos nuestra moral y nuestra ética. Y qué lástima que esta marcha ultraderechista se confunda con el nombre de una Iglesia tan anacrónica como nacional, como poco representativa del trabajo que en verdad hacen los sacerdotes en la Sierra, en las comunidades indígenas, con los enfermos, etc. Qué lástima que los valores de la iglesia católica que sí están representados en el discurso del Papa Francisco (Papa Pancho pa´ los cuates), no estén presentes en el discurso de la marcha contra un derecho civil.

¿Que pidan que defienda mi catolicismo? Lo hago atacando a todos aquellos que no compartan los valores de solidaridad, piedad, humildad y empatía, lo cual es el centro del catolisismo. ¡Qué bueno que ahora la Ortodoxia católica tenga a su representante en el Papa, con lo cual, finalmente este sector tenga que luchar contra la retogradía de la nueva heterodoxia de la ultraderecha mexicana, la de los príncipes y sociedad que vive en tiempos lejanos de cerrazón segregaria. Resulta, gracias a Dios, que los ortodoxos religiosos de la iglesia católica, aquellos que promueven la verdadera obediencia al Papa, sea ahora la que pide perdón a la marginación que se ha hecho históricamente contra los homosexuales, contra los pobres, contra las mujeres, contra los niños. Debería ser por ello ésta más bien una marcha para pedir perdón, de parte de toda la sociedad, sin más, hacia los grupos que por muchos años, han sufrido a causa de un pensamiento arcaico y muy poco racional.

A todos los que están en la Marcha, les pido una cosa. Muy sencilla. ¡No usen el nombre de Familia! ¡No tienen mi permiso, ni el de millones de mexicanos, para usar ese nombre! No hablen de Familia porque seguramente no saben qué es una verdadera familia; una en donde no importa quien seas, te ama, te cuida y te respeta, no matter what. La familia verdadera no se fija si te gustan los hombres o las mujeres sino es aquella que estará contigo cuando sea hombre o mujer, te rompa el corazón, se case contigo o simplemente viva contigo hasta el resto de tus días. Familia es ser padres y madres que dan la vida por sus hijos, que se parten el alma día con día para que el hijo o hija pueda comer, ir a la escuela y hasta salir de vacaciones. Familia es todo ello y muchas cosas más. Cuando muestres esos valores en tu familia, como ha sucedido en la mía, entonces puedes hablar en nombre de la Familia. ¡Antes no!