Últimamente con esta tendencia a decir que el mundo es de quien lo gana, me pregunto acerca del poder de las circunstancias. Vamos a fantasear un poco e imagina  en que súbitamente tienes poder; posiblemente tu círculo de amigos sería diferente. O si de repente tuvieras una familia adinerada, podrías aspirar a casarte con alguien diferente (lease aquí los renombrados niños y niñas bien). Si tuvieras un cuerpazo, tal vez cambiarías de pareja también o incluso hasta de trabajo. La idea aquí es que todos vivimos según nuestra circunstancia pero también es hacer evidente que somos tratados según ella.

Muchas personas piensan que si no eres millonario es por una sola y simple razón: «porque no quieres». Sin embargo, creo que no toman en cuenta en este reduccionismo el contexto de la persona. Y peor, se olvida muchas veces el factor percepción, cuyo poder radica en que conforme a lo que tienes, eres tratado y serás tomado en cuenta para buenas oportunidades. Y por eso, aquí te va una reflexión: cada vez que pienses que el que “está jodido es porque quiere” me gustaría que tomaras en cuenta tu circunstancia y ver que puedes ser tú el jodido para otros. ¿Con qué fin? Con la idea de que así como juzgas la mediocridad del otro puedes ser juzgado tú. Puedes estar abajo, como diría Azuela, y todo depende de qué tan arriba está el otro. Cada vez que creas que en la vida tienes lo que mereces porque eres uno de esos triunfadores a los que nada les fue dado, quiero que fantasees un poco con el cambio que podría tener tu vida con un poco más de belleza, con un poco más de dinero o tal vez un poco más de educación (esto último no aplica si eres presidente de México).

No quiero decir que no haya personas Resilentes en este mundo que definitivamente salieron adelante contra casi todo pronóstico. Sólo digo que en este mundo y en este país, definitivamente el dinero y el poder te dan un trato diferente; todos damos un trato diferente y de manera inconsciente nos colocamos en un lugar específico dentro de la cadena. Y es debido a este proceso que peligrosamente muchos piensan que es el tener dinero lo que les dará ese autorespeto del que siempre carecieron. Reflexionemos un poco acerca de cómo tratamos al otro cuando conocemos su circunstancia. ¿Crees que eres diferente y no discriminas? ¡Fórmate a la fila! Muchos pensamos eso pero son pocos los que verdaderamente lo hacen. ¿De qué lado estás tú?