El papel de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) es fundamental en la vida pública de la ciudadanía en resiliencia y en apoyo, a su vez, de los gobiernos.

Las OSC ayudan a impulsar temas de impacto a la agenda y proponen actividades y políticas públicas para que el gobierno actúe de la mano de la sociedad civil en aras de mejorar la calidad de vida y enfrentar juntos a los diversos problemas públicos; por ello es que la participación no sólo debe ser vista como un instrumento en la democracia, sino también como un Bien público.

Su campo de acción es multifacético. Trabajan en entornos jurídicos, económicos, políticos y culturales, pero para cumplir su actuar requieren de un panorama favorable para ser sostenibles.

Cómo bien es sabido, la mayor parte de las OSC tienen ingresos únicamente de contribuciones, pequeñas y grandes. Y la cultura de donación en México es decadente. Para seguir con su labor de modificar el status quo, deconstruyendo viejas y arraigadas prácticas y modos de vida, -como la corrupción, la desigualdad, la exclusión de migrantes y el daño al medio ambiente- deben promover cambios que nos llevan a vivir mejor,  requieren proliferar en la visión que tenemos los ciudadanos de ellas y hacerlas un instrumento democrático de incidencia.

Escrito por Francisco Vega Oviedo

Estudiante de Ciencias Políticas