Hemos visto emerger poco a poco el protagonismo de las mujeres en varios escenarios y éste boom nos sorprende y alegra, ya que pareciera que las mujeres al fin están tomando las riendas de su vida, pero qué sucederá si ese boom, al que todo mundo se ha sumado (empresas, asociaciones y hasta gobierno), no logra hacer realmente una diferencia. Hoy podemos palpar los logros por los que muchas mujeres, décadas atrás, han luchado, pero ¿por qué nos ha costado tanto? Si bien el ambiente no es el propicio, me parece que hay un factor interno que no nos deja despegar del todo: Estamos ciegas ante nuestro poder transformador.
Aún venimos arrastrando la modestia, ese afán de no sobresalir del resto para no ser juzgadas o señaladas, no sabemos ser líderes, aun cuando tenemos todas las habilidades para hacerlo. Y no me refiero al liderazgo hueco, de ese que surge en las campañas, me refiero al liderazgo que transforma realidades; el liderazgo de una artesana que busca oportunidades de trabajo para toda su comunidad, el de una maestra que busca nuevas metodologías para que sus alumnos aprendan, de una emprendedora que busca un pago justo por su trabajo.
Lo cierto es que si no nos damos cuenta de todas las capacidades que tenemos y si no las valoramos, mucho menos podremos desarrollarlas generando un impacto real; el liderazgo transformacional lleva su tiempo, pero a la larga sus frutos son contundentes. Necesitamos mujeres que asuman retos, que sigan aprendiendo, que inspiren a unirse a la causa, más allá de buscar contrincantes, necesitamos herramientas para gestionar ese poder y sacarlo a la luz. Necesitamos mujeres líderes que transformen realidades, te necesitamos a ti.
#SeamosLuzDelMundo
Cynthia Aguilar
Formadora en Inteligencia Emocional y Empoderamiento
CEO Bacuza
