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¿Oaxaca, el Singapur de México?

Oaxaca y Singapur tienen un punto de origen común que podríamos no imaginar; en los años sesenta, ambas economías eran las de una zona abandonada, sin poder industrial ni financiero, hoy una de ellas es una de las zonas más ricas del planeta, cuyos ingresos per capita en USD supera a la de Estados Unidos o Suecia, y quintuplica la de su vecina Malasia, de la que formó parte un tiempo. La otra prácticamente sigue igual.

 

Mientras que desde la creación formal de la ciudad estado de Singapur en la década de los sesenta se propició su vocación comercial, financiera y logística gracias a la visión de Lee Kuan Yew, el padre del estado de Singapur creando un marco regulatorio que le permitió convertirse en una zona abierta y segura dentro de un mercado global donde poder invertir sin miedo a expropiaciones, en un ambiente amigable para las empresas: «Somos el país con menos recursos de nuestra región y por tanto sólo nos queda ser honestos, eficientes y capaces».  como dijo Lee Kuan Yew en From Third World to First y a quien cito también dentro de la columna  “Cuando la mayoría de países del Tercer Mundo denunciaba la explotación de las multinacionales occidentales, en Singapur las invitamos a entrar. De ese modo conseguimos crecimiento, tecnologías y know-how que dispararon nuestra productividad más de lo que podría haberlo hecho cualquier política económica”

 

En contraparte, en Oaxaca durante los setentas se rechazó dos veces la instalación de una planta de armado de VolksWagen que finalmente se fue a Puebla, con cambios contundentes a la dinámica de integración comercial del estado poblano, también han confrontado inversiones en energía eólica y, en las últimas semanas se ha desatado polémica por parte del gremio cinematográfico ante la creación del proyecto Oaxaca Cinematográfica por parte del gobierno estatal, que en voz de sus propios creadores busca posicionar a Oaxaca como un hub para la inversión y producción audiovisual en México, y que en cierta forma obliga a proyectos pre existentes, antes financiados con recursos públicos a buscar otras maneras para buscar su subsistencia y viabilidad financiera. Sin duda los esfuerzos pre existentes son valiosos y acercan miradas del mundo a las que no fácilmente se tiene acceso sin estas plataformas; sin embargo el motivo de esta columna es abordar el tema del proteccionismo y de un estado benefactor que ya no es viable.  Basta leer los comunicados de las organizaciones pre existentes y del gremio cinematográfico de Oaxaca, en los que culpan al gobierno por por no dar más dinero, por poner en riesgo la subsistencia de sus proyectos, y por abrir inversiones en Oaxaca a gente que no es de Oaxaca, sí, así de literal. No podemos pasar por alto que el proteccionismo equivale a un menor crecimiento para regiones y países en desarrollo. Nuevamente cito a Lee Kuan Yew:  “Hemos visto cómo un pueblo entero competía por hundirse en la miseria y en la mediocridad. Las personas menos emprendedoras y trabajadoras no pueden igualarse con el resto a costa de empeorar la situación de las más emprendedoras y esforzadas. Y también hemos visto cuán difícil resulta desmantelar un sistema de subsidios una vez la gente acostumbra a que el Estado los proporcione”, “Cuando la gente se convierte en dependiente de los subsidios y el Estado ya no puede seguir pagándolos, entonces la gente protesta.”  Por lo tanto Singapur, no se dedicó a repartir dinero y distribuir la riqueza,  se dedico a atraer capital humano, y financiero para impulsar la prosperidad de toda la sociedad de ese país: “En Singapur somos una sociedad cosmopolita y abierta que da la bienvenida al talento para que podamos continuar creciendo y prosperando”  Y por supuesto, lejos de denigrar y ver mal a los empresarios, los mostró como un motor de crecimiento, como un motor de innovación.  Y aunque en Singapur, hay cosas que mejorar,  es inevitable hablar del éxito de su política económica.

 

 

Creo que como sociedad, podemos decir a las instituciones culturales que es tiempo de buscar un nuevo modelo que no los haga dependientes del dinero de todos y por supuesto tenemos que exigir a nuestras autoridades mejores políticas que verdaderamente fomenten la innovación y el desarrollo sin estar sujetos a políticas sexenales.  Creo que Oaxaca, puede dar el salto que dio Singapur de fomentar las políticas correctas en todos los ámbitos, incluyendo el cultural.

Escrito por David Santillán Giles

Fundador de Agua Piedra Mezcal & Co. y Co Fundador de Inveris Capital