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México duele y ser pobre también

“Por qué preguntarnos cómo le vamos a hacer si no nacimos donde no hay qué comer” Molotov

Creo que todos en algún momento nos hemos cuestionado por qué México, siendo un país con tantos recursos, está constantemente sufriendo por el dinero y por el hambre. En México vivimos diferentes escenarios como la desigualdad económica, la falta de oportunidades, la pobreza, la falta de educación, el hambre y a pesar de que las personas trabajan y se esfuerzan, en nuestro país es un contexto adverso el que se vive. Nuestro sistema económico no está funcionando para la mayoría de las personas y México con toda su riqueza y sus recursos no ha logrado los mejores frutos para sus habitantes. Nos encontramos ante políticas injustas que más que potencializar a las personas, las explotan dentro de trabajos enajenantes y mal pagados y por otra parte el gobierno como Institución nos ha fallado; un gobierno que siendo de los más ricos en el mundo tiene a su pueblo con hambre y sin acceso a una educación digna.

 Los mexicanos sentimos la impotencia, el enojo, la tristeza y la frustración, pero entonces es necesario preguntarnos por nuestro papel dentro de esta situación. No podríamos decir que esto es causado por un solo factor (algo así como el PRI), sino que todo está relacionado entre sí. Y es así porque para toda relación se necesita de dos y si somos conscientes de nuestra responsabilidad dentro de esta dinámica social, podremos hacer algo para cambiarla. Para cambiar la forma en que vivimos y mal vivimos la economía, necesitamos analizarla primero, así como nuestro papel dentro de ella, siendo que las personas que han tomado decisiones sobre políticas económicas y públicas en nuestro país han sido los mismos mexicanos. Consideremos entonces que en una historia no hay solamente blanco o negro, víctimas o villanos y tal vez  así podremos sabernos participantes. Y como tales podremos proponer y cambiar nuestras condiciones, por lo que a la siguiente vez que busquemos una realidad diferente, seamos conscientes de que lo mejor que podemos hacer es reflexionar:

No necesitamos otra cosa más que cambiar nuestra percepción y nuestra forma de pensar para cambiar nuestro país.

Escrito por Maritza Salcido
Editado por Resilientemagazine.com