Nunca antes en la historia de la humanidad habían existido tantos jóvenes. Ese dato, ya lo tenemos presente desde hace tiempo porque medios de comunicación, discursos oficiales, instituciones educativas y redes sociales nos dicen constantemente que los jóvenes somos mayoría, que la gran fuerza del mundo está en la generación millenial y que, somos los nuevos responsables del mundo. Pero, ¿eso que significa en realidad?

Para Ashoka, ser joven implica mucho más que comunicación en redes sociales, tecnología y dispersión. Significa ser la generación del cambio, la de la transformación verdadera, la del mundo empático versus apático, colaborativo en lugar de competitivo, la de los líderes que ponen al centro a las personas; la generación de la creatividad, que busca oportunidades donde otros ven problemas, la que se divierte y disfruta lo inesperado, la que arriesga y disfruta el proceso. 

Ser la generación del cambio es ser libre para compartir las ideas. Es discutirlas con tus colegas y con los adultos de experiencia. Es saber escuchar y decidir por uno mismo. Significa también, pensar de forma sistémica, identificar problemas y diseñar un plan para las soluciones. Formar parte de la generación del cambio significa impulsar el cambio social y tener suficiente valor para lograr ese cambio. La promesa de esta generación no está en sus resultados tanto como en sus posibilidades. Es, como decimos en Ashoka, la Generación Cambio. 

Escrito por Sofía Ortega

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Este texto es una colaboración entre Ashoka y Resilientemagazine.com