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Los 30s son los nuevos 20s

¿Cuántas veces has pensado que a esta edad ya deberías ser un tanto más responsable, un tanto más maduro, saber qué quieres de la vida o por lo menos, programar tu vida con más de una semana en antelación? ¿Cuántas veces te han preguntado tu edad pensando que eras menor, obvio por tu actitud solamente, y has sorprendido a la audiencia por tu jovialidad a tu avanzada edad de treinta y tantos? Mis padres se casaron a las 33 años. Mi padre tuvo trabajo fijo desde siempre y nunca dudó de qué es lo que quería hacer en su vida: darle la mayor oportunidad posible a sus hijos. ¿Por qué, primera pregunta, yo no logro tener tanta seriedad? Y peor aún, segunda pregunta, ¿por qué veo que todos a mi alrededor, sí, aquellos de mi edad, están igual o peor que yo?

¿Será que nuestra generación ha logrado solucionar aquello que las cremas más sofisticadas de belleza no han logrado? Será que hemos roto finalmene el tejido espacio-temporal y logrado lo que ningún agujero negro ha hecho? ¿Será que hemos logrado detener el tiempo eternamene en nuestros años 20s y seguir viviendo así hasta, por lo menos, llegar a los 40s? Y tal vez llegamos a los 30s sin saberlo, y nadie nos ha dicho de manera contundente que no seguimos en la edad de la inmadurez, y nos comportamos como si hubiéramos bebido de la fuente de la eterna juventud. Quizá, y solo quizá, el tiempo, nuestro dios, cronos, saltó una generación y decidió llegar rápidamente a los millenials, haciéndonos migrantes digitales, emprendedores, críticos de nuestro propio destino y sobre todo, dignos de la mayor incertidumbre posible.

Evidentemente esto no es una generalización. Seguro hay muchos treintaañeros, los más, que siguen el transcurso de su edad sin hacerse estas preguntas tan válidas. Sin embargo, llama la atención que al ir a restaurantes de tendencia, bares, viajes, encuentros de negocio, paseos dominicales, puestitos de tacos veganos, y muchas de las personas ahí, sino todos, sean de mi edad. No digo que solo mi generación haga esto. Pero es constante la búsqueda de mi generación por cosas nuevas, nuevos retos, nuevos problemas, etc. Es como si los más viejos se salvaron de la insatisfacción en que vivimos, y los más jóvenes, al verse espanados de cómo nos comportábamos, corrigieron rumbo rápidamente. Pregunta qué quieres hacer de tu vida, y si no sabes la respuesta, estás en un grupo mucho mayor de lo que pensabas. Estás entre los 30 y los 40.