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Lo que puedes aprender del fracaso | Ashoka

El fracaso es el mayor enemigo que cualquier proyecto puede tener. Es a quien todo emprendedor teme y a quien toda envidia llama. No hay forma fácil para evitar el fracaso, sobre todo cuando lo que hacemos es algo tan innovador que existen pocos aprendizajes y pocas  aventuras de las cuales podamos extraer experiencias. Cuando todo está dicho, fallar es muy difícil pero es precisamente cuando apenas comienza a haber charla cuando el fracaso es una inminente posibilidad.

 

Se dice erróneamente que se debe fracasar 5 emprendimientos para poder tener éxito en uno. Es muy peligroso decirlo porque deja de lado los tres factores más importantes del fracaso:

 

1. Aprender de los errores no es un proceso automático sino que es un proceso de introspección profunda y de gran complejidad, que muchas veces no vemos

 

Fracasar no significa necesariamente aprender. En muchas ocasiones, se genera un aprendizaje desde los fracasos como por ejemplo en un proyecto como lo es no tener altos costos fijos o comenzar con deuda a corto plazo al inicio del emprendimiento. Sin embargo, existen emprendimientos que no pueden aprender de experiencias pasadas porque no son similares pero peor es cuando ni siquiera somos capaces de ver en qué y por qué fallamos. El dicho dice que el hombre es el único animal que tropieza con la misma piedra. ¿Por qué crees que lo dicen?

 

2. No siempre se tienen varias oportunidades

 

Aprender del fracaso es tan importante como no fracasar en el primero intento. No siempre se cuentan con múltiples oportunidades para el aprendizaje o posibilidades para volver a comenzar. Piensa en una pareja que acaban de tener a su primer hijo. Solo tienen una oportunidad para no fracasar con ese hijo. No hay segundos intentos. Seguramente con el segundo y tercer hijo lo harán de mejor manera pero para el primero hijo lo importante no es qué tan bien o mal criaron a sus hermanos sino qué tan bien él fue criado. Y de la misma manera, a veces no es tampoco necesario una multiplicidad de ocasiones para aprender cosas. No es necesario para un lacto-intolerante saber que no puede comer queso, o no es necesario perder 5 o 10 vuelos para aprender a no llegar tarde o aprender que las aerolíneas cierran sus puertas con antelación.

 

3. El fracaso no te hace mejor; el aprendizaje sí

 

Puedes tropezar 100 veces con la misma piedra pero si no cambias la forma en caminas, el fracaso no servirá para nada. Podrás fracasar 100 proyectos pero si no aprendes en qué fracasaste, no servirá de nada. Lo más importante del fracaso es el aprendizaje y este no es un acto fortuito sino que requiere tiempo pero sobre todo, requiere esfuerzo.

 

Ashoka lleva más de 30 años trabajando para que emprendedores sociales de todo el mundo cambien el mundo haciendo énfasis en lo valioso que es aprender de los errores.

 

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