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La contaminación plástica y los efectos en el Atoyac y demás cuerpos de agua | Mares limpios

La contaminación de muchos de los ríos de la cuenca del alto Balsas, en particular  de los ríos Zahuapan y Atoyac, ha sido documentada con precisión y cuidado por muchas instituciones públicas y privadas. Esta contaminación se ha  agravado en los últimos 30 años por omisión, negligencia, corrupción, desconocimiento del problema y falta de voluntad  política, empresarial y ciudadana para remediarla. Las consecuencias se dimensionan mejor en el recuento de  las enfermedades que el INEGI relaciona con la toxicidad del agua de ríos, norias y pozos de los que se abastece el ser humano para vivir, enfermedades como cáncer, anemia, insuficiencia renal,  gastrointestinales, respiratorias, neurológicas, hormonales y respiratorias que afectan a la población de la cuenca, pero también en la pérdida y contaminación de cosechas y el gran impacto causado a la biodiversidad. Sobre este tema se ha investigado y divulgado mucha información. Sin embargo poco se sabe acerca de las consecuencias de la contaminación por plásticos en el los ríos y  las cifras oficiales al respecto son escasas.

 

La mala calidad  y toxicidad del agua del río ha hecho que los investigadores y organizaciones nos enfoquemos en estudiar y resolver ese tema, dejando de lado aquella contaminación que en algunos casos se ha catalogado como “visual”. Entre estos desechos se encuentran una enorme variedad de productos derivados del petroleo,como  llantas, bolsas y recipientes plásticos, unicel o polipropileno, así como  textiles sintéticos.

 

Aparte de la contaminación visual y de que los empaques plásticos y llantas se vuelven los lugares ideales para la reproducción de moscos que transmiten enfermedades que pueden afectar a miles  de personas que vivimos en la cuenca del alto Blasas, Puebla y Tlaxcala, también la proliferación de plástico, su mal manejo y su bajo o imposible reciclado, provocan  inundaciones por  obstrucción de los cauces o por taponamiento de drenajes pluviales y de aguas negras, provocando situaciones de riesgo a la seguridad y a la salud de la población.

 

Finalmente el agua de las cuencas y todo lo que esa agua puede arrastrar de plásticos y contaminante van a  desembocar a lagos, lagunas o   al mar,  contribuyendo así a la grave contaminación que perturban gravemente a  toda la cadena de la vida , flora y fauna, de ríos, lagos y mares.

 

Aún cuando los plásticos no son los que vuelven tóxica o insalubre el agua, los grandes volúmenes que se observan en los cauces de un río como el Atoyac son los que han logrado que la gente lo identifique como un río contaminado. Esa espantosa carga plástica es la que ha logrado que los pocos que se acercan al río volteen a verlo y hagan un poco de conciencia sobre el tema. Las bolsas plásticas que quedan atrapadas entre los árboles cuando el cauce crece, crean un panorama de terror a todos los que logran observarlo, pero también logran otro efecto: parecieran las banderas de auxilio de un río contaminado.

 

La contaminación plástica se ha vuelto un tema de interés mundial, y en estados como el nuestro sería injustificable ignorar el problema. Es hora ya de empezar con acciones de limpieza en el río Atoyac, parte de una una cuenca importantísima,  que  aunque sustenta la vida de millones de personas y de miles de especies de flora y fauna, ha sido dañada y olvidada históricamente.

 

Por ello, Dale la Cara al Atoyac, una asociación civil que ha generado propuestas de valor durante mas de 10 años para promover la regeneración de la cuenca, ha emprendido junto con otras organizaciones diversas acciones y propuestas para comenzar a resolver esta problemática. Una de ellas fue la creación de la coalición Puebla sin Plásticos, hoy conocida como Puebla Sustentable, en donde más de 15 organizaciones como GreenPeace,Universidad Iberoamericana, Basura Cero, Voluntarios ONU, Fundación BUAP, Infraestructura Social, Reactivo, Mundo Natural, Puebla Verde, Climate Reality Project, British Council Active Citizens, entre otras, se han unido para hacer frente a estos retos.

 

Uno de ellos fue la de exigir y participar en la discusión que llevó a la aprobación de una legislación que prohibiera bolsas plásticas de un solo uso, popotes desechables y envases de unicel en el Estado de Puebla. En el municipio de Puebla se logró introducir en el COREMUN la prohibición y entrega  de plástico de un solo uso en diferentes giros comerciales y entrará en vigor el próximo enero de 2020. Ante el congreso local, también se propusieron  cambios a la ley para la prevención y gestión integral de los residuos sólidos urbanos y de manejo especial para el estado de Puebla.

 

Aunque se ha logrado avanzar en la normatividad, sabemos que para aplicarse correctamente la prohibición deberá estar acompañada por una intensa campaña de información y concientización acerca del daño que provocan los plásticos de un solo uso.Además de los ya mencionados, es una irresponsabilidad utilizar un recurso no renovable como lo es el petroleo en productos que aunque  se usan una sola vez , siguen afectando por muchísimos años y de múltiples maneras la vida en el planeta.

 

Por otra parte, desde Puebla Sustentable se ha incentivado la participación ciudadana  convocando a jornadas de limpieza para combatir la contaminación por plásticos. Como participantes en este grupo sí hemos observado un incremento en el interés público acerca de este tema, un aumento paulatino en la toma de conciencia sobre lo que podemos lograr con nuestro cambio de hábitos y la aplicación de la ley. Nuestra misión a largo plazo es lograr la permanencia de estas acciones.

 

A pesar de que existe un entendimiento general de que tirar la basura en la calle es un problema o es “malo”, sigue habiendo una falta de cultura cívica, social y medioambiental hacia este tema. Existe una falta de sensibilización de la sociedad hacia problemas como este, entre otras cosas porque la publicidad genera una sociedad de consumo de usar y tirar.

 

Estamos constantemente sometidos a una forma de vida que fomenta el consumo irracional sin pensar jamás a dónde van a parar todos los empaques y desechos que producimos. El estilo de vida de usar y tirar, la cultura del desperdicio que pareciera no tener consecuencias, dificulta la eficiencia de la comunicación necesaria para lograr un cambio de hábitos y elevar los niveles de conciencia en nuestras comunidades.

 

Para tratar de modificar poco a poco  la forma en que nos comportamos con respecto a lo que se usa y se tira sin importar a dónde, Dale la Cara emprendió la campaña #TeLlega, en la que se busca  dar a conocer todas las consecuencias que ocasiona el tirar la basura en la calle, barrancas o ríos, ilustrando cómo esta conducta es un bumerang que nos afecta .

 

En Puebla, como en otras entidades, la temporada de lluvias revela los problemas que genera la basura  que se tira en la calle. El mal manejo y disposición de la basura es un problema permanente que afecta a nuestro entorno, a la sociedad, incluso anímicamente, porque la basura en todos lados es un reflejo de nuestro deterioro social, pero esto afecta de una manera muy puntual en la temporada de lluvias, pues la enorme cantidad de plásticos obstruye las alcantarillas y también los pasos de agua en barrancas y ríos, provocando inundaciones y desastres terribles.

 

Por eso nuestra campaña #tellega, se inspiró en una campaña que tuvo su origen en Francia, en la que se muestra una coladera impecable en la que sobre el fierro está grabado el lema «El mar empieza aquí.».  Por otro lado, nos llegó la foto de una coladera del centro histórico de la ciudad de Puebla, atascada de basura , plásticos, y envolturas de comida chatarra. El río, nuestro río, empieza aquí, pensamos cuando vimos la foto.

 

La basura que logra filtrarse por el alcantarillado llega hasta ríos, lagos y mares, convirtiéndose en un problema medioambiental y de salud pública. De acuerdo a datos de SEMARNAT, el 23% de la basura generada se deposita en zonas no controladas y al aire libre, como en ríos, barrancas, arroyos . Según Protección Civil municipal, la basura en las alcantarillas causa el 95% de las inundaciones en la ciudad de Puebla.

 

Escrito por Dale la Cara A.C.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

También, puedes conocer más de Mares Limpios en: cleanseas.org  y en ONU Medio Ambiente