Hace un par de días leía un artículo publicado por El Financiero, que llevaba por título “México olvida a sus siete sabios en su centenario”, en donde habla acerca de una elite intelectual, que Enrique Krauze y Álvaro Matute consideran necesario retomar en ideales. Y no es para más pues fueron políticos, filósofos, abogados, que trabajaron mucho en el desarrollo de sus ideales. Hombres como Vicente Lombardo Toledano, Antonio Castro Leal, Manuel Gómez Morín, etc; los cuales (hablo de los 7 sabios) tienen entre sus mayores logros tangibles: la creación del IPN, BANXICO, el INAH. Y dentro de los intangibles: la lucha por la autonomía universitaria, la institucionalización de la oposición en el caso de Gómez Morín (fundador del PAN) y Lombardo Toledano (fundador del PPS).

Y dejan plasmada la Inquietud de Krauze acerca de la juventud actual y su falta de proyecto, y menciona que “si [los jóvenes] se sienten únicamente inquilinos de México, el país no tiene futuro”. Lo que me hizo pensar si en verdad nuestra generación carece simplemente de proyecto o de oportunidades, pues en un mundo que crece a pasos agigantados el crecimiento de las ideas y la diversidad en todo sentido no se queda atrás; y considero que está en esta diversidad en donde se va sesgando y dejando fuera de participación a los jóvenes en diversas áreas. Un ejemplo de ellos lo tenemos en las pasadas olimpiadas en dónde hubo muchas quejas sobre la falta de apoyos económicos para los deportistas, aun cuando en algunos casos se deba a la “falta” de respuesta de ingreso vs resultados, y aun cuando esto se deba a la corrupción que se vive en sus federaciones.

O podríamos revisar si puede tener que ver con la cada vez mayor falta de oportunidades laborales, en donde se ofertan trabajos que piden que jóvenes tengan muchos años de experiencia y con sueldos muy bajos; o nos podríamos ir también al tema educativo y poblacional, en dónde tenemos que en México existe una población juvenil de 26.3%  de entre los 15 y 29 años, de los cuales solo el 35.8% tienen cursado el nivel superior y media superior (según datos de INEGI). Y esto se debe a la falta de oferta educativa accesible y de calidad, como ejemplo este año en la UNAM solo entraron el 8% de los aspirantes. ¿Será que en verdad en México los jóvenes dejamos de querer ser partícipes de la vida del país? ¿Hacen falta más espacios y oportunidades para los jóvenes? O, ¿simplemente es un poco de ambas, ustedes que opinan?

Escrito por J. Gerardo Paredes Olvera

Editado por Resilientemagazine.com