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Joven en México

Se habla mucho de la apatía de los jóvenes, del desencanto hacia la política, las instituciones y los partidos políticos, curiosamente México es un país de jóvenes con 65 millones de un total de 123 millones de habitantes, más de la mitad se ubica debajo de los 29 años, pero ¿cómo generamos que los jóvenes participen, se involucren e interesen en alguna de las dimensiones de lo político en un ambiente de violencia?

 

La prioridad de muchos jóvenes es ahora encontrar un empleo, bien remunerado y donde sus conocimientos adquiridos en su formación sean puestos al servicio de los demás, pero cómo generamos que se involucren si existe el miedo a que al salir de la escuela sean levantados, desaparecidos y asesinados como los casos que han sacudido e indignado a todo un país; los estudiantes de cine de Guadalajara, la catedrática de la UNAM y su hija asesinadas, y otros muchos por mencionar algunos, otros casos más aislados que no alcanzan eco nacional pero que suceden, esta ocurriendo a diario y quedan en el carpetazo de las instituciones de impartir la justicia, cómo generamos que se interesen si las mujeres no pueden salir a la calle y sentirse seguras, los casos de feminicidios se están convirtiendo en algo de todos los días. Según datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) elaborada por el INEGI en 2016, reveló que 6 de cada 10 mujeres han sufrido un  incidente de violencia emocional, física, económica o sexual a lo largo de su vida. Cifra alarmante que preocupa en un país donde la violencia en todas sus esferas se normaliza.

 

Cómo lidiar con una realidad que decepciona y preocupa, la violencia, el miedo, el desempleo, etc.  originaron una destrucción del tejido social y en consecuencia de la participación ciudadana, considero que existe una deuda como sociedad y gobierno con los jóvenes, un sector de la sociedad que ha sido invisibilizados. Ahora  no solo basta que en tiempos electorales este sector sea uno de los temas centrales de las agendas de los candidatos,  presentes en los discurso de pluralidad y unidad, no bastan las promesas y los buenos deseos, faltan acciones concretas que ataquen los males que preocupan a este sector que no participa, para cambiar el rumbo de esta situación se necesita saber que sucede, atacar desde raíz para proponer programas que respondan a las inquietudes de las juventudes, en plural.

 

Escrito por David Perez