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El famoso "ya somos muchos" y otros misterios

No falta quien diga que el problema del mundo es que somos muchos. No faltará quien diga que la sobrepoblación es el principal causante de todo y que lo primero que se debe hacer es controlar el número de personas que viven o vienen al mundo. Y suena temiblemente lógico para cualquier persona que lo vea con ojos primerizos: el hombre contamina y entre más seamos, más contaminamos; «antes no éramos tantos y había menos contaminación», se piensa.

Ahora bien, la regla de tres en el caso del estrés ecológico al mundo y su relación con la sobrepoblación no aplica tan fácilmente como pensaríamos. El problema no es curiosamente que seamos muchos sino la forma y cantidad que consumimos. Y el mayor problema no viene desde los países con mayor población sino con mayor potencial económico. Un américano consume 15 veces más agua que un chino, en promedio. Aún sumando la población de los países, o sea consumo total considerando la megapoblación que tienen países como China o India, EEUU consume más agua que cualquiera de los dos. Y consume más por su forma de transporte, su consumo energético, sus equipos de ahorro y sobre todo su dieta cárnica.

En otras palabras, y si nos sumamos los mexicanos a la tendencia de países con prácticas occidentales de desarrollo, solo queda asustarse al saber que en el planeta hay más de 1,400 millones vacas y casi 1,000 millones de cerdos (la mayoría para la industria) y para producir un kilo de carne de res se requieren 15,500 litros de agua. Para un kilo de carne de cerdo, más de 6,000 litros de agua. Sigamos con la dieta occidental y veamos hasta dónde llegamos. Es fácil decir que no llegaremos muy lejos.