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El hambre aguda se intensifica | Corresponsables

Coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Agua, un recurso fundamental para las personas y para combatir el hambre y la desigualdad, entre otros desafíos, se ha presentado en roma el Informe Mundial sobre Crisis Alimentarias.

 

El documento alerta sobre los niveles crecientes de hambre aguda. Y es que cerca de 124 millones de personas en 51 países se vieron afectadas por la inseguridad alimentaria aguda en 2017, 11 millones más que el año anterior.  Es decir, cada una de estas personas padece un hambre de tal severidad que representa una amenaza inmediata para su vida o medios de subsistencia.

 

“El hambre y la inseguridad alimentaria afectan a las vidas de millones de personas en el mundo. Frente a los desastres naturales y los provocados por el hombre, deberíamos dar una respuesta global más robusta y estratégica a las crisis alimentarias El informe mundial es una herramienta fundamental para poner en práctica el vínculo humanitario y del desarrollo y apoyarnos en nuestra lucha conjunta contra el hambre”, ha comentado en la presentación del informe el Comisario Europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides.

 

Por su parte, a través de un mensaje de vídeo, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha indicado que “informes como este nos brindan datos y análisis vitales para comprender mejor el desafío. Ahora depende de nosotros tomar medidas para atender las necesidades de quienes se enfrentan el azote diario del hambre y abordar sus causas profundas”.

 

Conflictos y cambio climático

 

Los conflictos fueron la causa principal de la inseguridad alimentaria aguda en 18 países, 15 de ellos situados en África o en Oriente Medio. Son el motivo fundamental de gran parte de los casos de inseguridad alimentaria aguda en el mundo, con el 60 por ciento del total global, afectando a 74 millones de personas.

 

Por otra parte, los desastres climáticos -principalmente la sequía- fueron también factores importantes en el origen de crisis alimentarias en 23 países -dos tercios de ellas en África- y fueron responsables de la inseguridad alimentaria aguda de unos 39 millones de personas. Así, el estudio concluye que las crisis alimentarias están cada vez más determinadas por causas complejas como son los conflictos, los fenómenos meteorológicos extremos y los elevados precios de los alimentos básicos, factores que a menudo coinciden al mismo tiempo. Este escenario provoca que, actualmente, existan más comunidades que necesitan apoyo nutricional en comparación con el año pasado. Por ello, desde el Programa Mundial de Alimentos reclaman soluciones permanentes para revertir esta tendencia.

 

Si ponemos la vista en el horizonte, la situación de hambre aguda no muestra síntomas de mejora en el futuro. Los conflictos seguirán siendo posiblemente un importante impulsor de crisis alimentarias en 2018, afectando a Afganistán, República Centroafricana, República Democrática del Congo, el noreste de Nigeria y la región del Lago Chad, Sudán del Sur, Siria y Yemen, así como Libia y el Sahel central (Malí y Níger), según el informe.

 

Por otra parte, el impacto del clima seco extremo en la producción agrícola y ganadera podría impulsar la inseguridad alimentaria en las áreas pastoriles de Somalia, sureste de Etiopía y el este de Kenia, además de en África occidental y países del Sahel como Senegal, Chad, Níger, Malí, Mauritania y Burkina Faso.

 

Medidas contra el hambre aguda

 

El informe mundial sobre crisis alimentarias pone de manifiesto que, además de la ayuda humanitaria necesaria con urgencia, las iniciativas de desarrollo deben llevarse a cabo mucho antes, abordando las causas profundas de la vulnerabilidad extrema y, por lo tanto, aumentando la resiliencia.

 

“Debemos reconocer y abordar el vínculo entre el hambre y los conflictos si queremos alcanzar el hambre cero. Invertir en seguridad alimentaria y medios de subsistencia en situaciones de conflicto salva vidas, fortalece la resiliencia y puede contribuir también al mantenimiento de la paz”, ha comentado el director general de la FAO, José Graziano da Silva.

 

Se espera que la Red Mundial contra las Crisis Alimentarias lanzada por la Unión Europea, la FAO y WFP en la Cumbre Humanitaria Mundial de 2016 se convierta en el motor del vínculo entre las operaciones humanitarias, de desarrollo y de paz, promoviendo una mayor coordinación entre los organismos humanitarios y de desarrollo.

 

Publicado originalmente en Corresponsables

 

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