Actualmente, el 70% de la población artesana del país vive en zonas rurales. 75% de ellos viven en la pobreza. Como resultado de la introducción de productos extranjeros en las comunidades, muchas personas abandonan sus actividades artesanales tradicionales y sus técnicas de producción, en consecuencia acelerando la pérdida del patrimonio cultural. Mientras tanto, la necesidad de obtener ganancias rápidas en la industria textil dirige la producción masiva de vestimenta desechable a costa de los recursos naturales y la dignidad humana.

Carla está cambiando las normas en la industria textil al hacer que gobierno, comercio y empresa se comprometan a implementar prácticas de mercado más justas y sostenibles, empoderando comunidades rurales para comercializar sus diseños en mercados globales. Basada en sus años de experiencia en campo, Carla publicó un manual que sistematizó su metodología que empodera artesanos rurales con salarios justos y acceso a mercados y documenta técnicas de producción de textiles tradicionales, permitiendo a otros actores aprender a emular el modelo.

El amor de Carla por la artesanía mexicana lo heredó de su mamá, que viajó por el México rural buscando artesanías para vender en su tienda de regalos cerca de la frontera con Estados Unidos. A temprana edad, Carla mostró pasión por hacer su propia ropa. Su deseo de trabajar con artesanas mexicanas se fortaleció cuando a los veinte años de edad viajó a comunidades de la sierra de Chiapas con un programa de desarrollo rural para apoyar a artesanos. Ahí se dio cuenta de que el programa no incluía herramientas tradicionales ni modelos que realmente empoderaran a los artesanos indígenas.

Carla ha capacitado directamente a más de 1,000 artesanos y a más de 3,000 indirectamente, generando nueva demanda y valor para las prendas tradicionales y cortes geométricos. Su trabajo está ayudando a poner de moda los textiles tradicionales. Ha cambiado políticas fiscales para que los artesanos que venden sus productos a comercializadores puedan deducirlos y ha logrado cambios en cómo los artesanos son pagados, evitando el modelo tradicional de dejar los productos a consignación.

Carla quiere liderar el cambio de la industria global de moda rápida por una más lenta. Busca crear escuelas para las artes mexicanas y artesanías que sirvan como espacio cultural y para acelerar a más multiplicadores de la moda lenta. Con antropólogos, diseñadores y estudiantes trabaja activamente para aprender técnicas tradicionales y rescatar la herencia cultural de las diferentes regiones. Su trabajo es para aumentar ventas, exportación, clientes y disminuir daño ambiental diferente integrando a todos los artesanos textiles de mexico.

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