Home / Impacto  / ¿Está México listo para la Sustentabilidad?

¿Está México listo para la Sustentabilidad?

La receta más común para desechar buenas ideas en México es echarle la culpa a la mentalidad mexicana. «En Europa eso funciona pero aquí en México», eso era lo primero que uno se encontraba cuando vendía consultoría de sustentabilidad hace años. Ahora ha cambiado todo, aunque tal vez todavía nos faltan muchas cosas.

Todo se ha reemplazado a: «eso funciona en la Roma o en la Condesa pero no creo que en todo el país».  Peor es el mundo de la generalización. La otra vez escuché decir que la gente de Monterrey es muy cerrada para cosas nuevas o consultorías que no sean de ahí. Como si la zona más desarrollado de industria en México no habla el mismo negocio de los otros lugares. Peor, escuché que en México, haciendo mención a la gente humilde del país, no interesa lo sustentable sino el precio. Iba a más y decía esa persona que en México, el pobre, usando sus palabras, compra solo lo barato. ¡Y no puede estar más equivocado esa persona! o cualquier que siga pensando de esa forma con el mercado mexicano.

Al parecer, el mexicano pobre (el cual es la generalización más absurda) compra solo lo barato por su bolsillo. Pero ¿desde cuándo lo barato significa lo malo o lo no sustentable?Desde la tienda de abarrotes del pueblo, hasta los tianguis en los mercados y sobre todo, en las fiestas de pueblo (15 años, bodas y pachanga x) se demuestra que el mexicano, 1, no puede generalizarse, 2, que compra con raciocinio, sí, pero también por gusto y cultura, y 3, el mexicano (ese mexicano rural) se preocupa por su entorno y por hacer negocios con gente de la comunidad. Otra cosa es que en la ciudad pensemos que lo barato significa Wallmart y nada más. Ceguera que tenemos aquellos que pensamos que nuestro entorno es suficientemente generalizable para un país de más de 100 millones de personas. ¿México está listo para el mercado de sustentabilidad? Posiblemente. No todo, no. Mucho, ¡Sí! Confiamos en ello y otra cosa es que haya intereses para que el mexicano siga viendo la televisión, comprando en grandes supermercados y limitando al mexicano como si fuera un tercermundista gracias a sus gobernantes. ¡No, eso sí no lo vamos a permitir!