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El toro, los contreras y los veganos

La tragedia de Lorenzo, el toro famoso de los últimos días, lo tiene todo: suspenso, crítica, pasión, audiencia global y sobre todo mucho ataque entre familias opuestas al estilo los Capuletos y los Montesco. De un lado, están los amantes de la tauromaquia. Del otro lado, el mundo entero. Pero más reciente es la posición autoconcebida como humanista que curiosamente es aquella que en términos más coloquiales en México, es conocida como los contreras, para quienes, si es blanco, debería ser más negro, y si es negro, debería ser más blanco y así nos vamos con todo el rango de colores.

La posición en relación con el toro Lorenzo es bastante clara y podría dividirse en 5: 1) los radicales que odian todo aquello que sea diferente a ellos (los fanáticos de la tauromaquia), por lo que la defienden pasionalmente e irracionalmente; 2) los que hablan de la injusticia de la muerte del torero a manos de Lorenzo, y tratan de vivir en un mundo disyuntivo de «si no te gustan los toros y mí sí, déjame tranquilo» alegando el respecto a los gustos ajenos y a la libertad en gustos, que a ojos hasta de ellos, son arcaicos y salvajes, pero eso sí, artísticos supuestamente; 3) los que están en contra de la tauromaquia en cualquiera de sus presentaciones, y utilizan argumentos racionales para justificar el salvajismo y anacronismo de la práctica; y finalmente, la 4) los pasionales e irracionales en contra de la tauromaquia que en estos momentos ven con justicia divina la venganza de Lorenzo y sufren hasta la médula la injustica de haber sacrificado a la madre de Lorenzo basado en la idea de usos y construmbres.Sin embargo, hay una quinta posición y es bastante interesante porque al mismo tiempo de que intenta ser racional para no ser pasional, cae en el universo de los argumentos triviales, sin justificación inteligente y totalmente sesgada; cosa que supuestamente tratan de evitar. Este grupo son los contreras. Y tienen muchas características que comparten con otros grupos como los famosísimos, Villamelón, los tibios, los ventajosos, los «le voy al que gane», los opinionated, y todos aquellos que al parecer aprovechan estos momentos para situarse con la camiseta del Otro, solo con tal de pseudo-argumentar que su posición es la mejor, la más humana, la más racional, etc. Y es este grupo el que surge en la discusión de los toros argumentando que no debemos alegrarnos por la muerte del torero y que quien lo hace es peor persona y más inhumano que el mismo torero. ¿Notas aquí ya los errores de argumentación? Si no, aquí te van:

Sí, sí hay que gente que se alegra por la muerte del torero. Pero curiosamente es gente que acepta que su sentimiento hacia la justicia divina proviene de su lado más pasional siguiendo el grito: ¡Vivan los animales, muerte a los toreros! Y lo que olvidan los contreras es que esta es una posición bastante humana; es decir, actuar, acusar, atacar basado en lo que sentimos sin argumentos racionales. Este grupo, el 4)  está en todo su derecho por alegrarse del evento, tanto como otras personas se alegran de las matanzas simuladas en Avengers, Batman o cualquier película a lo gringo en donde los buenos deben vivir y los malos deben morir. Así que no te hace mejor o peor persona querer una u otra cosa sino te hace más pasional. Y nada más humano hay que las pasiones. Que esto sea inteligente o bueno para humanidad o lo que quieras, ya es otra discusión. Ahora bien, postear memes en Facebook a favor de Lorenzo no te hace sádico antihumanos tampoco. Es como si cualquier chiste racista o sexista, te hiciera totalmente racista/sexista toda tu vida. Obvio no ayuda, pero tampoco te califica pa´forever. Y que muestres tu alegría por la justicia y venganza que tuvo Lorenzo en nombre de todos los toros asesinados por un absurda y sádica práctica, no significa que te alegres de la muerte de una persona; significa solo que ves y entiendes el concepto de justicia. Y eso, en palabras de Derrida, te hace automáticamente más humano. Que el toro gane de vez en cuando está estipulado en las reglas del juego. Lo que es anacrónico es curiosamente lo contrario: pensar que el torero siempre debe ganar, sí o sí. Siguiendo las palabras del Capitan Watson, que haya más victorias de los toros para acabar de una vez y por todas, la ridícula tauromaquia basada en ideas arcaicas. ¿Acaso no se dice que todo esto es un deporte? Ya quiero ver otro deporte, en este siglo, en donde al que gana, lo matan y a su madre igual, para que no sigan perdiendo los perdedores. La tauromaquia es un deporte, si acaso, con riesgo pero curiosamente el único que sabe que se juega la vida es el torero; por lo menos él decidió estar ahí. El toro en eso es totalmente inocente, vease como se vea. La muerte no causa alegría, o no debería causarla, y por ello, casos como el de Lorenzo son tan importantes. Vivimos en un tiempo en donde las ideas antiguas hacen mucho daño: vease Brexit, vease ISIS, vease Sionistas, vease Maduro, vease PRI, vease Trump, etc. Hay que en verdad dejar morir todas estas ideas. Es hora.