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El Pensar-futuro como solución | Terraética

Seguir pensando en malos y buenos, en desconfianzas y complots es seguir pensando como si viviéramos en el pasado. Y lo es, no porque no sea correcto o verídico sino porque simplemente, no tenemos más tiempo para seguir pensando así. La realidad a la que nos enfrentamos nos obliga a actuar pronto o no tendremos opción de acción. Si seguimos por el camino por el que vamos, no tendremos ni siquiera la posibilidad de maniobra. Esto en referencia a la violencia en que vivimos, al cambio climático, a la desigualdad social, la escasez de agua o cualquier otro problema global que nos acecha.

 

No digo que todos debamos tomar esta opción o que solamente exista una opción única. Lo que digo es que no hacerlo es pensar en el pasado. Hacerlo es la única solución es pragmática.

 

Todo ello no quiere decir que las demás luchas sociales y ambientales, por activistas y teóricos, deban parar y unirse. ¡Al contrario! No puede ser sino benéfico seguir esta lucha contra los males del siglo 21 desde varios frentes, sin embargo, estoy convencido de que la forma de Pensar 2020 puede ser más benéfica para todos, para poder dejar de una vez por todas el Pensar a través de antagonismos y maniqueísmos.

 

En este mundo en que vivimos, necesitamos una relación ganar-ganar con el planeta. Pero también necesitamos una relación ganar-ganar con el sector privado y con el sector público. Debemos quizá, en vez de ir contra las reglas -siguiendo el canon de la rebeldía-, aceptar las reglas de juego actuales para poderlas mejorar desde adentro. Esto es Pensar-futuro.

 

Pensar-futuro

 

En la nueva década, para lograr nuestros objetivos, tendremos que pensar en la ecología y en la biosfera de manera diferente; de manera que sepamos que si le hacemos daño, nos haremos daño nosotros. Tendremos que pensar en sinergias en vez de divergencias; en colaboraciones en vez de competencias. Pensar en energías y entusiasmos en vez de apatías y cinismos.

 

Las convergencias, en vez de las luchas de poder, son más innovadoras y más provechosas en todos los términos: político, económico y social; a corto, mediano y largo plazo. Estas son realmente las nuevas reglas de juego y deben ser parte del nuevo paradigma empresarial-económico pero también del social-político. Sin estas nuevas reglas, cualquier promesa de nuevos modelos es solamente un maquillaje o un lavado de cara.

 

¿Qué significa Pensar-pasado o Pensar-futuro?

 

En la siguiente lista se puede ver por qué yo no creo que la forma de Pensar-pasado sea tan eficiente, y por qué es tan importante romper esta perspectiva para ir un paso más adelante:

 

Pensar-pasado

Problema:

Las empresas tienen una función social y por eso deben ser buenas

¿Ha servido esta perspectiva para lograr un cambio de paradigma?

Los árboles y los animales tienen valor en sí mismo y es nuestro deber cuidarlos

¿Ha servido esta perspectiva a nivel práctico en la salvaguarda de la biósfera?

Los dueños de las empresas deben ser éticos

¿Cómo obligarlos?

El gobierno debe implementar legislaciones más restrictivas

¿Qué gobierno lo va a hacer a corto plazo?

Las empresas deben ser buenas

¿Cómo es posible forzarlas a serlo?

Hay que salvar al planeta desde la educación

¿Cuántos años tardará eso?

El gobierno debe impulsar la responsabilidad social, y de ahí vendrá su éxito

¿Y la voluntariedad?

 

Todas estas preguntas también se deben realizar bajo la perspectiva Pensar-futuro. Y no solamente se deben realizar las preguntas sino se debe conseguir lograr los cambios necesarios para que la acción se lleve a cabo.

 

Pensar de otra manera nos llevará a un impass como el que denota el lado derecho del cuadro anterior. El Pensar-futuro es un pensar pragmático y realista. Es una forma de pensar que se centra en la acción y en la efectividad bajo una perspectiva real y a corto plazo, sin moralinas ni deseos de deberes morales por parte de la empresa ni del gobierno.

 

Pensar-pasado no es malo, lo que no significa que no sea inútil. Pensar-futuro convive con la idea central de la Responsabilidad social y de la Sustentabilidad en la que se habla de ventajas competitivas, carácter voluntario, afianzamiento en mercados con preocupaciones sociales y ambientales, así como la inmersión en nuevos mercados en los que las empresas sin Responsabilidad social se verían imposibilitadas de acceder.

 

El futuro depende de nuestra manera de pensar-hoy.

 

Escrito por Roberto Carvallo Escobar

 

Tw. @rob_carvallo

 

Director de Terraética y orgulloso creador de Resiliente Magazine