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El cuerpo que siente: danzaterapia

El cuerpo, y en especial el de la mujer, ha sido desde siempre un lugar para pensarse y posicionarse: territorio de guerra, de violencia, de protesta. artístico, cultural y social. Un espacio problemático que nos presenta diversas limitaciones: edad, lesiones, discapacidades. Sin embargo hubo una mujer, María Fux, que hace más de 40 años que encontró una vía de expresión propia y creó una clase llena de dinamismo en donde el contacto con los alumnos permitió una conexión que llegó más allá de la técnica para lograr encontrar el por qué me muevo y el para qué me muevo. Los estìmulos musicales y las consignas son simples y apuntan a incluir a todos en su parte creativa, en el movimiento. Los resultados en los grupos se advierten al ver la libertad y apertura en cuerpos que quizás nunca habìan bailado. Marìa Fux insiste con el «sí se puede». Y el tiempo, o sea , la continuidad en el trabajo es el resultado.

 

Se llama danzaterapia. ¿Cuál es la terapia? La terapia es moverse. Carmen Merlo, discípula y compañera de María en este gran viaje nos cuenta: «No danzamos para gustar sino para ser nosotros mismos, para poder crear, expresarnos y comunicarnos con los demás.» Para convertir los «no» del cuerpo en «sí, puedo» y en «esto que estoy haciendo me pertenece». El verdadero placer de realizar es una victoria que se conserva a lo largo de toda la vida y que, por lo general, se irradia hacia nuestro cuerpo, nuestro ánimo y también hacia los demás.

 

En esta ocasión, Carmen visita México, con un montón de actividades para los cuerpos que quieren habitarse, para esos cuerpos de hombres y de mujeres que quieren descubrirse en otros espacios, que quieren crear, que quieren nutrirse. Toda la información la pueden encontrar aquí o pueden escribir a encuentrodanzaterapiamexico@gmail.com. ¡Los esperamos!

 

Escrito por Paola Alcocer

Gestión e Investigación cultural de día, milonguera de noche

Twitter: @paolalcocer