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El amor en tiempos del Hi5 y MSN

Te haces viejo con cada día que pasa, eso es innegable. También adquieres experiencia y conocimiento del mundo, de las personas y de todo aquello que te rodea. Y muchas veces te sorprende, con gusto, aprender algo nuevo al escuchar una anécdota de tus amigos. El mundo no se detiene y menos el tiempo, y por ello, la innovación y la historia son tan antagónicos.

El problema de la innovación es que nunca sabemos cuándo llegará. El problema de la historia es aunque sea reciente, la vemos desde una lejanía opaca. Rememorando a García Marquez, el amor en tiempos el Hi5 y del Messenger ha cambiado radicalmente. También lo ha hecho el mundo desde las épocas del ICQ y de los teléfonos Nokia. Y qué decir de ir a las llamadas maquinitas (juegos de arcada disponibles en todo centro comercial a lo largo de mi niñez) o del Hello Kitty para aquellas, y aquellos, que buscaban comprar lápices, gomitas y otros artefactos similares con la figura de su famoso gatito blanco. Para mi generación, esto era la infancia y así fue nuestra adolescencia. Facebook lo conocí en el 2007, a mis 26 años, Spotify a mis 29 años, Tinder a mis 32 años, Uber a mis 33 y poco a poco, las novedades comienzan a requerir menos tiempo para llegar. No creo que falte mucho en que los drones sean tan comunes como las llamadas telefónicas, los coches sin piloto inunden las calles para hacer que mi gasto en Uber se reduzca infinitamente o que Facebook desaparezca, convirtiéndose en una amable anécdota.

La vida en tiempos del Hi5 y del MSN era muy diferente de como es ahora. Y solo han pasado 10 años de aquella época. No puedo ser más feliz de vivir en esta época. Por supuesto, todas las épocas históricas han tenido lo suyo. Hay quienes desearían haber vivido en el 1800 o bien, aquellos que les gustaría haber conocido a persones históricos o bien aquellos que simplemente no se logren encontrar en estos tiempos revueltos del 2016. Para mí,  el sueño es haber escuchado por carta acerca de Hume, Rousseau y Kant allá del 1700. Pero creo que no cambiaría ello por el ahora; el momento en que cada día existe innovación que radicalmente cambia nuestro famoso nomos una y otra vez. ¡Feliz domingo!