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Desde Zautla, viajero

Al tiempo de caminar por la vida, me encontré en la sierra norte de Puebla, a orillas del rio Apulco, rodeado de magueyes, montes y frio. La población grande más cercana es San Miguel Tenextatiloyan, cerca de Valle de Libres, y de ahí hay que subir e internarse entre las montañas para llegar a Zautla. En este municipio todavía se ve a personas de la tercera edad portando orgullosamente su vestimenta tradicional en tanto que pertenecen a grupos indígenas. Respecto a la vida del municipio cada julio se celebra la fiesta patronal del señor Santiago, además de la Feria del Durazno en donde la reina del durazno –una chica joven apadrinada por los líderes locales- pasa en una «troca» aventando duraznos a la gente.

La vida en Zautla es muy sencilla en tanto que por la lejanía y la sinuosidad del terreno no existe señal para los teléfonos celulares. Todavía se estila usar casetas telefónicas en tiendas de abarrotes para tener contacto con familiares y amigos en el exterior. El centro de Zautla esta vigilado por una iglesia del siglo XVI y en época de cosecha basta caminar por algunas veredas para tomar frutos sabrosos de los varios árboles que flanquean dichas veredas. También existe un cerro y una cascada que aún no he conocido. Con respecto al cerro, este se llama el Cerro Naco y tiene una leyenda particular. Se dice que aquel que ahí entra encuentra una especie de paraíso al interior de la roca. Imagino una especie de tierra que mana leche y miel y lo más curioso de la leyenda es lo que se refiere al sentido del tiempo: una vez adentro del Cerro Naco lo que para uno serían minutos, afuera son años; lo que para uno serían horas, afuera serían décadas…un día adentro del cerro serían siglos afuera.

En Zautla también se encuentra el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural (CESDER) que es la institución de educación técnica y superior local que ha sido fundamental en la lucha contra la instalación de mineras en la región. En efecto, hay una mina de oro llamada la Lupe en la localidad de Tlamanca, su beneficio dejó de ser rentable hace más de 50 años para mineros alemanes de ese entonces. Hoy gracias a los enormes avances técnicos para destruir más y mejor nuestro mundo, las industrias mineras vuelven a tener interés en proyectos como la Lupe…quizás las mineras necesitarían pasar unos días en el interior del Cerro Naco. Tal vez no encuentren leche y miel brotando de la tierra pero no nos haría mal deshacernos de ellas por unos siglos.

 Escrito por Erick Aguilar

Aprendiz de ser humano, viajero en capacitación, bibliófilo consumado y sociólogo consumido

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