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Desde la Feria del Emprendedor

Ayer tuve la oportunidad de conocer a algunos jóvenes en la Feria del Emprendedor dispuestos a aprender todo lo necesario para comenzar su proyecto. Todos cursaban la universidad y la mayoría provenían de alguna ingeniería. Y lo más interesante de todo es ver cómo la juventud mexicana poco a poco se interesa más y más en emprender y comenzar proyectos, sin importar si son las ideas que cambiarán el mundo o si son ideas que les traerán dolores de cabeza. Lo importante es ver cómo el ecosistema mexicano de emprendedores ha cambiado radicalmente en los últimos años y ver tantos jóvenes emocionados de aprender qué es el Canvas o qué significa la propuesta de valor, los activos, los pasivos y otros tantos elementos de toda empresa.

El ecosistema emprendedor en México no es todavía el más robusto ni el más completo de todo el mundo. Hemos tenido muchos tropiezos y los gobiernos no han logrado dar el paso necesario para que el cultivo de emprendedores florezca a nivel masivo. Por supuesto que hay que agradecer los esfuerzos del INADEM como la Semana del Emprendedor o los recursos que otorga a través de sus programas de incubación. Todo esto se aprecia y es de gran relevancia observar cómo el INADEM, después de cada tropiezo, obtiene aprendizaje. Y más tropiezos que lol que ha tenido INADEM, hay pocas entidades. Han logrado seguir adelante y seguir dando espacios a los jóvenes para soñar en emprender, muy a pesar de los gobernantes que tenemos.

Ahora bien, todos los esfuerzos positivos que se hacen a favor de los emprendedores como las nuevas figuras SAS (Sociedades de Acciones Simplificadas) o bien la adopción de nuevas tecnologías para apoyar a los empresarios, también se contrastan con la situación que vive México. Idealmente, serían los jóvenes con deseos de independizarse o que sueñen en grande aquellos que emprendan negocios. Sin embargo, en México también el emprendimiento se sustenta en la necesidad de tener empleos más dignos, mejor pagados y con mejores condiciones en comparación con las que ofrece el país. Es más por necesidad que por gusto, muchas veces, el motor que hace que los jóvenes mexicanos emprendan. Y por supuesto que es positivo emprender de cualquier modo pero siempre es deseable que sea por otras razones más que por ver que otros caminos están cerrados. No es lo mismo conocer Nueva York por viaje de vacaciones que por migración en búsqueda de mejores salarios que los de nuestro país. Igualmente, no es lo mismo emprendedor por gusto que emprendedor por necesidad.