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Desde el Granero, viajero

Al tiempo de caminar por la vida, me encontré andando el camino entre personas muy comprometidas con causas sociales. El camino es todo un albur; a veces se ve sinuoso y es totalmente plano, otras se puede ver adoquinado y termina siendo una zanja desgajándose. Con respecto a los compañeros de viaje sucede algo similar, existen aquellos que llegan amenazantes con un machete, tan amenazantes que hasta nos hacen temer por nuestra integridad personal, con el tiempo nos damos cuenta que el machete lo usan únicamente para abrirnos paso y ayudarnos en nuestro andar. Por otra parte existen otros compañeros de viaje que llegan amablemente con un bastón en las manos, bastón que usan para hacernos trastabillar pícaramente –por decir lo menos. Llegadas inesperadas y partidas sorpresivas son la única certeza de este camino lleno de arrieros y uno que otro buey con iniciativa propia.

 

En esta semana pude no sólo platicar sino parlar –por hacer énfasis en la confianza- con varias personas que desde hace varios años realizan labor en favor de su comunidad. Personas que ya sea fundando un club de corredores, un grupo de vecinos, una fundación o incluso una asociación civil han dado cauce a voluntades de otras personas y generado un efecto domino en favor del bien común. El ser humano es un animal social y precisa de unión y colaboración para realizarse como individuo. Lo particular de estas personas con quienes pude platicar es que a partir de su forma de ser han sabido motivar y contagiar el buen ánimo, el compromiso, la empatía y el gusto por trabajar en aras del bien común en muchos otros individuos. Incluso la labor social que diligentemente realizan ha generado redes de aprecio y amistad.

 

En un mundo que poco valora aquello que no tiene por fin último el dinero, encontrar personas que ven en el bien común el fin último de su actuar es refrescante y motivante. No se trata de vivir de caridad, se trata de encontrar un justo medio entre el bienestar económico y el bien común. Y aunque haya veces que acciones locales parezcan pequeñas ante problemáticas más grandes y complejas no hay que olvidar el viejo dicho que dice: un grano no hace granero, pero ayuda al compañero. 

 

Escrito por Erick Aguilar

Aprendiz de ser humano, viajero en capacitación, bibliófilo consumado y sociólogo consumido

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