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Cuando ya todos sabíamos que se iba a fugar…

Si eres gobernador de algún estado de la República Mexicana, serás impune para robar todo lo que quieras. Lo sabes porque lo has visto en las noticias, lo sabes porque te lo han comentado y lo sabes porque todos los casos de corrupción, delincuencia y asesinatos que se generan por estas personas, quedan sin culpa. Y no solamente sucede esto para el caso de Gobernadores o Presidentes o Secretarios sino ahora al parecer, todos quedan libres excepto todos aquellos que no tengan dinero para pagar lo suficiente para expiar sus culpas frente a un juez corrupto, un ministerio público inepto y abogados sin escrúpulos. Ese es el México que estamos dejando a las siguientes generaciones. Uno triste, muy gris y con muy pocos valores.

En las noticias hace unas semanas salió el abogado que ha defendido a toda la calaña de políticos en los últimos 30 años. Y habló de la defensa que hizo del Pemexgate, en la cual argumentó que el dinero desviado (400 o 500 millones de pesos) de Pemex al sindicato y a la campaña del PRI de Labastida, si bien sí tuvo lugar, no fue ilegal puesto que el dinero ya no pertenecía a Pemex sino al sindicato, y en pocas palabras éste podía hacer lo que quisiera con él, sea darlo al PRI, al narco o a los bolsillos de sus líderes. El abogado argumentó que sí, que todo sucedió, pero el caso fue armado de tal manera que no habría podido tildarse de ilegal. Ese es el cinismo que vemos en este México. Un cinismo en donde se pervierta el término legal y se aleje tanto de la ética.

Escuché que para ser candidato a gobernador del PRI hay que traer fondos de 500 millones de pesos. Es decir, sin ese dinero ni siquiera es posible competir. Cada politico que busca elegirse para el PRI (y no dudo que otros partidos sean iguales), debe tener cartera llena. ¿Y cómo juntar esa cantidad de dinero con sueldos de 100,000 pesos (si uno es político con cargo)? La respuesta es muy obvia: robando y robando más. Qué podrido está el país cuando el ciudadano con sus impuestos acaba pagando la campaña de unos cuantos en financiación ilegal y las supuestas multas que llevan dichos crímenes. La multa para el Pemexgate fue, al parecer, de 1000 millones de pesos, los cuales vinieron igualmente de los bolsillos de los ciudadanos que pagamos impuestos.