La palabra cambio a veces nos aterra. Su significado nos mueve el piso y nos muestra la incertidumbre de la que está hecha la vida; y es que para los que aman su rutina, el permanecer en un terreno seguro, el más ligero movimiento se transforma en una amenaza. Pero qué hacer cuando el cambio es inminente y necesario , cuando de él depende el bienestar de alguien. ¿Cuántos somos capaces de permitir este cambio o incluso de fomentarlo?

Desde mi perspectiva, el fluir con el cambio es la clave, aferrarnos a lo que ya caducó es como alimentarnos de lo podrido, vivir en un bote de basura. Abrazar la incertidumbre nos ahorra los malos ratos, los momentos de desesperación y de ansias;  valientes las mujeres que asumen estos retos, que se avientan a la nada y anhelan que la realidad cambie, que asumen la responsabilidad de su vida y se ven a sí mismas como agentes de cambio también para otros.

Yo creo que una mujer que es capaz de actuar a pesar de sus miedos, de la incertidumbre no se detiene ahí, lleva su arrojo a otras realidad, porque en realidad ya no puede parar, tiene urgencia de que las demás abran los ojos, se despabilen y sean todo lo que han soñado ser. Justo con esa misma filosofía se creó el programa MujerON que busca el empoderamiento y fomenta que las mujeres se conviertan en líderes agentes de cambio. ¿Y tú, tomas el reto?

 #MujeresAgentesDeCambio

Cynthia Aguilar

Project Manager MujerON