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Contra el acoso sexual

La flamante CDMX acaba de lanzar una campaña «En contra del acoso sexual», donde muestra a sujetos varios, con una mirada morbosa y pervertida, anunciando «este es el tipo que viene molestando a una mujer que está en tu vida», llámese esposa, novia, madre, hija.

 

En primera, los estereotipos de los hombres desagradables tienen una clara connotación clasista. Aluden a sujetos populares que podríamos encontrar en algún puesto de periódicos, en un taller mecánico, o desempeñando algún oficio, es decir, al menos como están instalados en el imaginario colectivo. Después, y aún más importante, al hablarle directamente al hombre le están haciendo una exigencia pero no la más razonable. La campaña se dirige al hombre, sí, pero no pide el respeto a la mujer sino alude a romperle la cara a ese tipo cochino que la viene mirando. Fomenta la violencia y lejos de empoderar a la mujer, de hacerla más fuerte, le siembra el miedo y la pone indefensa ante el hombre, tanto del que va en su defensa como del que se tiene que defender.

 

Esto es una clara muestra de todo el retraso que tenemos al tratar de introducir la equidad de género en distintos niveles. Seguimos perpetuando la idea de la mujer frágil. La victimizamos en vez de liberarla y volverla una mujer que puede y debe exigir el respeto, que puede cuidarse, que no debe tener miedo. Las campañas contra el acoso callejero deberían apuntar a una cosa: humanizar el trato a la mujer, no por su capacidad de procrear sino simple y llanamente porque es una persona, y merece respeto. Un buen ejemplo es el ejercicio que hizo ONU Mujeres México al colocar asientos que evocaban la forma en que muchos hombres se acercan y se pegan en las mujeres. Dichos asientos simularon el cuerpo de un hombre y un pene, lo cual generaba una comprensión directa sobre la incomodidad por la que pasan las mujeres. Esas son las formas de comunicación que funcionan para desactivar los dispositivos de violencia y machismo, los que crean empatía.

 

Escrito por Paola Alcocer

Gestión e Investigación cultural de día, milonguera de noche

Twitter: @paolalcocer