Home / Impacto  / A qué le tiras cuando suenas, mexicano

A qué le tiras cuando suenas, mexicano

Nos hemos acostumbrados a escuchar tantas historias trágicas de lo que pasa en el país que tal vez se nos ha olvidado que todo ello, en general, no debería de pasar, o más bien, en otros países es tan raro como llamativo. Que los mexicanos nos hayamos acostumbrado a la violencia del narco es bastante preocupante. Malo es que exista gente que defienda actitudes machistas en la sociedad y peor que sigamos ciegos a los problemas sociales que enfrentamos de impunidad, corrupción y delitos.

En Naucalpan hay una creciente ola de violencia en los últimos meses. Se ha comunicado por las redes sociales los secuestros de varios y varias jóvenes así como denuncias ciudadanas de robos al por mayor. Lo mismo sucede con los eventos que se comunican en las redes sociales de Veracruz, Acapulco y otros lugares. Y cosas que se ven en las redes sociales tristemente son solo una muestra de lo que realmente sucede. Y de todo esto, lo peor es que los políticos siguen pretendiendo que el electorado sigue creyendo no sé qué cosas, o por lo menos, trata a su electorado como personas sin juicio ni poder de crítica. Que se diga que lo que ocurrió en Acapulco ayer no es grave sino una exageración de las redes sociales, es horriblemente perverso y  malintencionado. Lo mismo sucede con otras entidades como Puebla y su famosa corrupción y despotismo gubernamental, o con los desastres sociales de Chiapas o lo que uno ve día con día en temas ambientales en la Ciudad de México. Y ni me hagan hablar del Gobierno Federal que solo demuestra su ineptitud, corrupción y arrogancia día sí y otro día también. Que el gobierno repartió tierras a sus amigos, que el político bajó un recurso para sus empresas a través de un clientelismo puro o que el poderoso no pase por procesos de justicia por tener impunidad son muestras de lo que sucede en México día con día.

Pero lo peor de todo es pensar que esto es normal. Pensar que así debe ser y justificarlo con la frase más pedante y ridícula jamas hecha, además de ser muestra de ignorancia, «el que no tranza, no avanza», es lo más triste que puede existir en nuestra sociedad. La normalización de todas estas prácticas detalla lo malintencionado de muchos de los integrantes de la sociedad mexicana. Malo aceptar todo esto. Trágico acostumbrarse a ello. Integrarlo dentro de nuestra psique ha ocasionado que estemos «como estamos». Por ello hace falta un reclamo para cambiar. Horrible cuando se piensa que no podemos ser mejores como sociedad en conjunto.