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3 razones por las que eres y siempre serás un chavorruco/a

Todo el mundo se considera especial y cada nacionalidad cree que la suya, hace las cosas más originales e imposibles de imitar por otro país. Y puede ser cierto que cada sociedad sea en verdad especial y única pero lo interesante de la sociedad mexicana es toda la variedad de categorías que generamos día con día para crear estereotipos y poder así más fácil tener un perfil, muchas veces incorrecto, de aquel o aquella con quienes estamos hablando. Para mí, existen dos cuasi tribus urbanas que destacan sobre todas: los Godínez y los chavorrucos. Y hoy toca hablar de los chavorrucos por una sencilla razón: mi generación cada vez, nos adentramos en esa categoría, queriendo y sin querer queriendo. Aquí te dejamos tres razones por las que ya eres un completo y total chavorruco:

  1. La música y los conciertos son tu gran pasión. Si tocas un instrumento, obvio éste está guardado desde hace tiempo en un rincón pero eso no importa para seguir yendo al Foro Sol semana sí y semana también. Prefieres estar al fondo del famosísimo General B para poder tener tu espacio y nada de estar regresando en metro a casa ni pelear con un taxi a la salida. Trascendiste el mundo de la incomodidad y apalabras un chofer o un uber para que te recoja, claro está, el mismo que te llevó al concierto después de precopear justo al salir de la oficina, en martes. Ir a conciertos nunca es un problema; saber con quién sí. Tus amigos ya casados o con hijos no tendrán permiso de salir el martes, por sus cónyuges, entonces comienza la lucha por ir con otro grupo de chavorrucos o con el date del momento. Cuentas en tu oficina del concierto y te decepciona la cara de desinterés de tus colegas, sobre todo cuando son de la misma edad, o peor, su cara de disgusto por no haber ido en vez al cross fit, al yoga, al cine o a una cena tranquilita. Si escuchas decir «yo prefiero ver Netflix en vez de ir a un concierto a sufrir» ten por seguro que esa persona no es chavorruco o chavarruca.
  2. Tus cenas son divertidas pero algo pasa y escalan súbitamente a bacanales. Claro, ya no bebés una cerveza ni un copa de vino. Ahora bebes una cerveza, un vino, un carajillo, tres cócteles, 4 tequilas, otro carajillo porque «tengo un poco de sueño» y te sigues preguntando por qué escaló todo «tan de repente». Eso no evita que suceda siempre y hasta evitas ir a cenar entre semana con tus amigos chavorrucos porque sabes que al día siguiente no te levantas. Eres un chavorruco previsor.
  3. El jueves es el mejor día. No porque te vayas de fiesta, no porque se acaba la semana, no porque pasan la serie favorita. El jueves es el mejor día para ti porque estás a nada del fin de semana, y justo es ese día cuando planeas qué harás en las próximas 48 horas de tu vida. Puedes salir a beber algo, dormir todo el sábado o ir al cine o a un museo el domingo. Todo eso no importa. Lo que importa es que eres libre, porque obvio no tienes pareja ni nadie que dependa de ti, y eres responsable solamente de llegar al trabajo el lunes temprano. Lo demás, que se quede en el fin de semana improvisado. Si programas con anticipación o puebleas en los fines de semana tenlo por seguro que no eres chavorruco. Si sales a pasear en moto (con tu novia/o o con tu esposa/o o los dejaste en casa, da igual), eres chavorruco reprimido.